El problema es que me siento bien triste, no triste "artista" o triste "razonable por la situación actual del mundo". Triste triste.
De esa tristeza que no me deja ordenar mis pensamientos para escribir... de esa tristeza que me anula toda alegría en lo que encuentro dicha. De esa tristeza que me provoca querer quedarme en mi cama todo el día, dormida o fingiendo hasta que estoy inconsciente.
Ayer mientras le platicaba a mi bb<3 sobre algunas situaciones que me habían ocurrido durante estos últimos quince días -no habíamos podido hablar bien porque él había tenido problemas y luego yo también y se intensificaron y me aislé totalmente alv-, me di cuenta de que quizás eso era lo que necesitaba. Desahogarme poquito. Sacar a caudales violentos lo que llevaba guardado por dentro...
Pero creo que eso sólo lo empeoró, porque de rato que le conté del asunto de Karla y nuestra amistad fallida, me empecé a sentir mal. Me fui a dormir para evitar el golpazo pero hoy que me levanté, ahí estaba.
El inevitable dolor de abrir la vieja herida, de enfrentar mi realidad.
No estoy jugando cuando digo que esto me imposibilita mucho más allá de mi imaginación y deseo, pero estoy escuchando mucha música de Dua Lipa e intentando mantener en mente que ninguna ruptura es limpia, que la sanación no es lineal.
Ojalá este fin de semana sea uno de esos bajones que nos permite subir y mantenernos un rato en una buena altura.
Así que por este motivo hoy no escribo nada más que un justificante.
Espero que lo entiendan.
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