martes, 3 de abril de 2018

Brazos abiertos y los secretos de la CDMX. Parte ll.

La verdad sea dicha: No sé hacer amigos. 
Por diferentes razones que todas terminan apuntando a mi naturaleza, hasta la fecha me cuesta muchísimo trabajo entablar relaciones de cualquier tipo. Nunca he sentido interés excesivo por las personas, y mi carácter hacer que el hecho de responderle a alguien en la calle, en el salón, en el trabajo, en el transporte, sea un verdadero infierno.

Así que no sé cómo es que he llegado a tener la edad que tengo con al menos cuatro amigos. Digo al menos porque sé que son más -o pueden serlo-, y cuando lo pienso con detenimiento, llego a la conclusión de que fue mera suerte y la escuela. A mis actuales amigos los he llevado desde que compartíamos cinco o seis horas en espacios cerrados. Nos conocimos en la secundaria, en la preparatoria y en la carrera y nos las hemos arreglado para seguir juntos. Eso sí quisiera dejar en claro:

Puede que sea mala iniciando relaciones, pero me esmero mucho en conservarlas, porque para mí significan mucho. Soy un alma solitaria, siempre he estado sola de alguna manera desde que era muy pequeña y el hecho de que alguien llegue y comparta un espacio, un tiempo, conmigo y quiera quererme, quiera darme atención y quiera apoyarme, es un regalo divino y hay que saber cómo cuidarlo.



Así que la verdad llegar a internet a "hacer amigos" no es precisamente mi intención. Ni para ligar ni para en absoluto nada. Yo sólo buscaba un espacio para mí misma, para desahogarme, para expresarme sin tener la necesidad de tener que explicar qué raioz me está pasando. Twitter punto com parecía un sitio perfecto.

Entonces, eso hice. 

Escribía mucho sobre mi día, sobre lo que estaba pensando sobre ciertas situaciones, sobre lo que estaba sintiendo y cualquier pensamiento mínimamente espontáneo y quejumbroso. Eran más quejas que nada, la verdad.

Me gusta imaginarme la red social de Twiter como si fuera un gran bar, donde cada quién está en su asunto, tomando y hablando consigo mismo. Hay alguien que nos escucha a todos -el bartender, quizás en este caso sea el FB1 o algo, lol- y podemos escuchar a otros si prestamos atención, pero, ¿habrá realmente alguien que preste atención?...



Sí los hay.


Conocí a Dianita, Carlos Querido y Diego Farell por Twitter punto com. A los tres los conocí porque tenemos en común Glee y algunas otras situaciones de esa naturaleza y al inicio no sé cómo entablamos conversación.
Supongo que como en Twitter todos hablamos al aire, y si ves un pensamiento o comentario que te parece ingenioso puedes asimilarlo y hasta contestarle, si eres extrovertidx. Supongo que así iniciamos esto, contestándonos un tuit.

Tiempo después nos volvimos muy buenos amigos todos, pero no voy a mentir, hasta la fecha sigo teniendo esta sensación un poco incómoda de miedo.
"¿Cómo es que les agrado? Estoy bien pinche demente" pienso con mucha frecuencia "Un día se van a dar cuenta del gran fraude que soy y me van a dejar de hablar".

Soy consciente de que es mi ansiedad hablando y que no debería escucharla, pero a veces simplemente no sé cómo callarla.

Me sorprendió, sin embargo, que ellos siguieran siguiéndome (?, incluso con todos mis altibajos emocionales y mis peleas sin sentido.
Hicieron expresos sus deseos de encontrarse conmigo en algún punto de la ciudad de México, desde hace tiempo.
Yo seguía confundida. ¿Cómo es que estas maravillosas personas me podían enCONTRAR UN VALOR? O SEA WTF???


A Monse la conocí recientemente, en realidad y no fue por twitter punto com. Ella es amiga de mi bb y por un comentario que un día le dejé en un post de él burlándome de los hetero -porque neta qué feo ser hetero, oigan-, le parecí curiosa y encontró mi blog. Se puso a leerlo y después me mandó un correo para decirme que le había gustado mucho lo que escribía.

Me mandó DM desde su cuenta "alterna" de twitter y fue muy bonito conocerla, hasta que un día de la nada me dijo que era amiga de mi bb y que no quería tener que ocultármelo y yo así de WHAT THE FUCK.
Pero igual nos hicimos amigas y la verdad es que la experiencia de descubrirla a ella y todo su bonito ser ha sido maravillosa.


Todo suena muy bonito, ¿No? Conocer gente por internet y descubrirla... por más peligroso que eso suene, a mí me parece muy bonito. Pero otra vez es pensar: "No ma, estas personas c me acercan, yo no a ellas".

Estas personas me está eligiendo a mí, a sabiendas de lo que soy y lo que tengo y lo que me falta y lo que está roto.
O sea no estoy segura de en qué universo eso podría estar bien. No estoy segura de en qué mundo podría alguien elegirme a sabiendas DE TODO DEL CAOS QUE SOY.



Pero no me sentí ajena en ningún momento. Cuando vi a Monse llegar a nuestra en ese bar de Coyoacán, mi primer instinto fue pararme de mi silla alta y abrazarla. No c por qué. A mí no me gusta abrazar a las personas pero eso me nació y eso hice, con ayuda de la risa que me provocaba Aarón con sus ocurrencias y con valor líquido producto del whisky corriendo por mis venas.
No lo sentí incómodo en ningún momento y eso me desconcertó. En absoluto estaba incómoda.


Anduvimos caminando por las súper preciosas calles de Coyoacán nocturno y platicando. Me sentía como en esa parte de las novelas que me gusta leer en secreto, donde la protagonista está limando sus relaciones con los demás. Estaba muy contenta -y un poco ebria- y me sentía en un cuento.

Al día siguiente nos vimos en Chapultepec para ir al zoológico porque yo mera -autodestructiva e ingenua- quería ir a liberar a los animales, pero al final no se logró porque estaba "hasta el pito" de personas (¿Sí usé bien la expresión o nah?). Por momentos me perdía entre la multitud de mis pensamientos y las personas que me rodeaban me hacían ver pequeña. Por momentos me sentía abstraída por la necesidad y el deseo arrasador de atención de la ex que quería tenerme bien presente en ese momento. Por momentos me sentía cansada, por momentos me sentía aburrida.

Pero en ningún momento dejé de desear tener la presencia de Monse conmigo pero COMO SOY SÚPER TÍMIDA E INTROVERTIDA NO SABÍA CÓMO DECIRLE "DEJA A MI BB Y VEN CONMIGO, VÁMONOS ALV A COMER HELADO NOSOTRAS NOMÁS"

Intenté estar con ella lo más que podía porque me gusta mucho su estilo y su voz y es súper bonita y SU ALTURA OMG, QUÉ ENVIDIA ;_;, y porque a pesar de que la conozco desde hace muy poco,  ya sé que vale muchísimo más que el 70% de las personas del planeta, siendo sincera.

Por lo que luego de haber comido en el centro y caminábamos por Bellas Artes, y nos tocó despedirnos, la abracé nuevamente con un poco más de fuerza de la normal pero tampoco tanto para que no pensara que soy una pinche loca inestable cuando sí soy pero no quiero que nadie sepa. Su abrazo me supo a calor, a compañía. A aceptación. Me supo a amistad de esa de las que Anaí López escribe en sus novelas.


El sábado, antes de irme, y mientras esperaba a mi amiga Dianita en el metro, en los brazos de mi bb él me decía "Vámonooooossss, no va a llegar", porque ya teníamos como diez minutos esperando. Yo le respondía: "Obvio sí llega" y luego silencio y otra vez él "Noo va a llegaaaar, vámonos nosotros, te dejó plantada" y yo le dije: "Ella me esperó como cuatro años, yo puedo esperarla los minutos que sean necesarios".

Ni siquiera me di cuenta de a qué hora llegó. Hubo un momento en los brazos de mi bb que me distraje, pero lo que me hizo alzar la cabeza fue su voz diciendo "Ya llegó". Levanté la cabeza, y la vi a lo lejos, entrar por la caseta y yo solté a mi bb y corrí hacia ella. Nos abrazamos y otra vez, la experiencia con los abrazos me sacó de onda.


¿De cuándo acá era tan cariñosa? omg pos sabe.


Dianita se presenta conmigo como una utopía creativa. Es súper inteligente y muy bonita y ñoña como no tienen idea. La noche anterior me había preguntado a qué lugar no había ido y al que quisiera ir y yo le respondí que Tlatelolco, así que ella se ofreció a llevarme. Nos quedamos de ver en un metro e iríamos a pasear. 
Platicamos de todo y de nada. Platicamos de nuestras mascotas y de su ex novio. Platicamos de mi viaje y la experiencia que estaba teniendo.

Nos pusimos de acuerdo con Carlos querido <3, muy amigo de ella y que también resulta que conocí por twitter punto com, para ir a verlo y saludarlo. Él estaba en la ciudad de México para ir a ver al Darren Criss, así que no todos los días podíamos tener el lujo de estar reunidos al menos tres de los cuatro suicidabuddies.

Nos encaminamos hacia él en el metro y entre conversaciones de alcohol. Hubo un momento en el que ella mencionó una marca de alcohol o una bebida, no sé, y yo en automático pregunté: ¿Qué es eso?
Ella y mi bb se miraron y se rieron. Y pos ?????
Los silencios que se formaban entre nosotras no me parecían incómodos ni raros. Sus ojos, sin embargo, presentaban una actividad inusual -a menos que seas así siempre, Dianita, si sí prdn por ser criticona-. Me miraban mucho, me evaluaban, iban de aquí para allá, como queriendo recordar cada línea de mi cara, cada rizo de mi cabello, cada matiz de mis ojos, cada curva de mis labios, cada ondeo de mi ropa. 
Me pareció curioso pero no dije nada. De todas las personas con las que estuve en la ciudad de México, ella fue quién más me miró de todos lados.



Cuando por fin llegamos a la Condesa -sí nos tardamos bastantito, pinche ciudad de México, VALES MADdigo-, y a lo lejos vi una chamarra roja, mi corazón saltó. A lo lejos se encontraba el chico que siempre le da laik a mis cosas en fb y que siempre tiene un gif para responder mis tuits. O sea, es probablemente una de las pocas personas que sí presta atención a toda la sarta de tonterías que me gusta publicar en internet y estaba frente a mí, con sus ojos bonitos y su chamarra roja. Cuando nos abrazamos, sentí que abrazaba a un osito de peluche y luego él dijo "Hasta que por fin". Me reí. 
Me estaba recibiendo como quién recibe a una vieja amiga, como si yo sólo me hubiese ido de viaje, como si el mundo del internet no fuera el gran universo que nos une. 

Hubiera querido pasar más tiempo con él pero por sus compromisos y los míos -estaba a horas de irme alv- pues se complicó, sin embargo, abro la propuesta para julio que nos reunamos todos Y NOS PONGAMOS UNA P2TA CON KARAOKE DE JUAN GA Y SELENA KUIN.


Poquito más adelante se me hizo el abrazar al famoso Diego Farell, quién es a quién más años llevo de seguir (? Y en absoluto cambió mi percepción de él. Desde un inicio yo sabía lo extrovertido que es, lo talentoso y especial, así que en realidad no fue una sorpresa desagradable corroborar mi idea de él, incluso cuando teníamos algo de tiempo en silencio porque yA ME ACORDÉ QUE YO LO MANDÉ ALV POR LA EX, PERDÓN.


Comimos en un lugar de la Condesa -porque nosotros bien elegantes siempre UuUr- y me sentí como en pandilla. Diego Farell tiene esa habilidad para hacerte sentir normal incluso cuando estás hablando de puras cosas descabelladas o que a nadie le interesan. Otra vez, ese poder de la aceptación me atrae un montón porque no tengo mucha para conmigo misma.

Me paso gran parte del día rechazándome a mí misma, me cuesta trabajo aceptar cuando alguien sí me acepta. Me saco de onda. Me trabo. Me quedo impactada. Me confundo.


Diego fue lo suficientemente amable como para acompañarme al metro y nos despedimos con un abrazo, con la promesa de volver a vernos y armar un karaoke alv. Porque el hombre canta divino.

Dianita siguió conmigo hasta que se ofreció, por medio de whatsapp, dejarme a solas con mi bb.

"¿Estoy haciendo el mal tercio?" o algo así me escribió. Me reí en voz baja y le dije que obvio no. Ella se ofreció a bajarse y regresar a su casa y yo le aseguré que no era necesario. No quería decirle que se fuera, porque ella misma me había dicho "Yo quiero acompañarte porque quiero seguir viéndote más" y yo quería seguir viéndola a ella. No quería y no podía.

Pero cuando nos bajamos en una estación para trasbordar, se despidió de mi bb y de mí. Antes de retirarse, me dijo con voz emocionada y los ojos brillando: "Me dio mucho gusto verte... soy fan de lo que escribes, soy tu fan".
Desapareció entre la multitud y mi bb y yo nos tomamos de la mano y nos fuimos...





Regresé a casa con el corazón derretido. Sé que tengo buenos amigos en casa, lo sé, pero esta experiencia fue surrealista y fue casi divina. Pueden preguntar, en caso de que no me crean, a mis seres más cercanos y verán cómo me es difícil estar entre tanta gente, conocer gente, abrazar a las personas supone mucho esfuerzo para mí y sin embargo, llegar a una enorme ciudad y ver rostros y ver cuerpos y sentir el calor humano de gente cuyos nombres conozco por internet es algo... indescriptible.

Me siento muy bendecida y afortunada, porque estas cuatro personitas no son cualquier persona. Son almas que me han encontrado en su camino y que han decidido que valgo la pena, que soy valiosa, que tengo algo interesante por contar.
Han decidido que valgo más de lo que yo considero y déjenme decirles, desde el fondo de mi roto corazón, cada parte de él es suya. Se los regalo.

Les regalo mi corazón y les regalo mis palabras. Les regalo el espacio más bonito que puedo tener para que ustedes se refugien de la lluvia inmunda que a veces azota a la ciudad de México.
Les regalo mi cerebro y les regalo mi alma.


Les regalo mis sentimientos y les regalo mis ganas.



Nunca me había sentido tan cómoda, tan aceptada.


Me recibieron con los brazos abiertos y me hicieron sentir como en casa. Ahora tengo la seguridad de que tengo un hogar allá, con ellos, en donde sea que estén y espero que ellos sepan que siempre tendrán un espacio conmigo, el más bonito que pueda tener.


Los tkm a todos.






Ya nomás queda la tercera y la cuarta carta, que se estarán escribiendo el jueves y el sábado y luego de eso regresamos a la sintonía normal de los viernes-sábado.

Quisiera agregar tho:

La siguiente carta puede herir susceptibilidades, así que ojalá me dejen en paz y no me hagan dramas porque son vacaciones y ya he tenido bastante drama por lo que queda del mes. Gracias. 

xoxox

No hay comentarios:

Publicar un comentario