domingo, 1 de abril de 2018

El cabello azul de Aarón y los secretos de la CDMX. Parte 1.

No me gusta dar explicaciones de lo que hago, a absolutamente nadie. Si me nace dar un contexto, lo hago, y sólo por contar mejor la historia, pero me súper ultra aburre que me pidan explicaciones. Sé que a veces son necesarias para entender el proceder de las personas, pero también sé que muchas cosas de las que hago no tienen sentido y ¿Para qué angustiarlos a todos por cosas que sólo yo siento? Pos no. Pura pérdida de tiempo.

Tal vez por eso me estaba costando mucho trabajo el hecho de tener que evadir las negativas directas de mis padres de que yo fuera a la cdmx. Bueno, sí, era muy mala idea irme sola, pero ninguno de mis amigos podía acompañarme, la mayoría están de vacaciones, y para ser sincera, quería ir sola. Mala idea o no, yo quería hacerlo. Pero no fue así. Mis padres se enfrascaron en hacerme sentir como que neta no me iban a dejar ir sola, porque si me iba, ya no podría regresar a la que es mi casa. Estaba en una encrucijada. La desesperación llegó a tal punto que mejor decidí mandarlos alv a todos y luego de haber golpeado una pared me puse a llorar de la frustración. Mi madre entonces dijo:
-Dile a Fany, que ella te acompañe... pero no te vas sola-


En ese momento mi cerebro estaba como trabado y lo acepté porque pues, mi madre se había ofrecido a pagarle los pasajes y todo el asunto. Luego de unas horas y que ella hubiera aceptado, entendí bien el concepto de todo.

Pero conozco a Fany, la he conocido los últimos cinco años y estoy viviendo con ella. La verdad es que de entre todas las personas que conozco, ella es de las pocas que no me harían caras o me harían cuestionamientos invasivos, morbosos y se preocupa realmente por mi bienestar. Respiré con tranquilidad pero aún así había un camino de cinco horas para tomar.




Luego de haber cruzado la -casi entera- ciudad para llegar a la casa del amiguito de Fany, quién nos recibiría en vez de pagar el hotel que ya había reservado Y QUE APARENTEMENTE ERA DE MALA MUERTE Y NADIE SE ATREVIÓ A DECIRME NADA, LOS ODIO A TODOS, lo vi a la distancia y recuerdo lo que pensé.
"Parece un florero", porque su cabello azul destacaba por sobre todo el panorama.

Fany casi corrió hasta él y se abrazaron por varios minutos. Cuando se separaron, me lo presentó, nos dimos la mano y un beso fugaz. Fany dijo su nombre pero yo lo olvidé en cuanto lo pronunció porque soy pésima para recordar los nombres y las caras, pero por supuesto que recuerdo la primera impresión que me dio:
Aarón es alguien imponente. Es alto, es grande y tiene unos ojos que despiden un aura travieso, casi maléfico pero al mismo tiempo amable. Mucha ambivalencia en su ser. Me intimidó bastante, pero cuando nos pasamos a su casa y estuvimos descansando unos minutos, ya estaba atacada de la risa. Cada cosa que salía de su boca era como una verdad cínica que me provocaba de muchas maneras satisfacción, burla y más cinismo de mi parte -como si no fuera lo suficientemente cínica ya-.

Me agradó de inmediato.


Salimos de su casa y tomamos el transporte para llegar a Coyoacán - en la ciudad de méxico hay muchos medios de transporte, la mayoría vale veeerssssh pero están cool, la neta-; Cuando por fin logramos establecernos en un lugar, y ya habiéndonos reunidos los que queríamos y podíamos estar reunidos, entre cervezas, cigarros, alitas y vodka estuvimos riéndonos y platicando.

Hasta ese momento pude decidirlo: Aarón me gusta como persona, me agrada bastante, lo cuál me desconcertó durante las horas del transcurso a Coyoacán porque no es normal que me agrade tanto alguien a quién apenas conocí hace un par de horas atrás. No entendía por qué. ¿Era por su lenguaje tan soez pero a la vez tan elocuente? ¿Era por su manera de ver las cosas? ¿Era su prudencia pero su rectitud a la hora de querer saber algo? ¿Era su cabello azul lo que me hacía sentir tan cómoda?

El tiempo que estuvimos dentro del bar-restaurant me estuve doblando de risa, tanto, que cuando salimos me dolían los músculos del estómago y el vientre. Me di cuenta de que había pasado tanto tiempo en el que no me reía así.

Cada cosa que decía me invitaba a seguir preguntándole más y todo lo que nos contó era como muy sorprendente.


-Es como un personaje de novela- le dije a Fany- No puedo describirlo... nunca había conocido a alguien así-


Es cierto.


Más noche, ese mismo día, me percaté de por qué estaba tan cómoda y tan alegre con él.

Me súper identifico 100% con él.
Ya siento que lo quiero un chingo y que soy capaz de interponerme entre él y una bala -además de que no me importa morir, lmao-


Tuvo el descaro de preguntarme el mismo día, en el transcurso de las horas, si Diego era mi novio y si yo tenía ondas con Ingrid.
Tuvo el descaro de contestarme "Qué rico" cuando acepté su pregunta de si era "medio lesbianona".
Tuvo el descaro de reírse en mi cara cuando le conté que me gusta Glee.
Tuvo el descaro de decir que Sam Smith vale verga -bueno no lo dijo así pero algo así mencionó- en frente de mí cuando le dije que Sam era lo más precioso en el mundo de la música sad.
Tuvo el descaro de abrazarme sin mi consentimiento, en más de alguna ocasión, de acariciar mi brazo y de preguntarme si me encontraba bien en frente de todos.


¿Y saben qué?

En ningún momento me sentí incómoda, ni presionada ni acorralada ni nada. Fue todo tan espontáneo, tan natural, tan... en su lugar, que no lo sentí ajeno.
Sentí a Aarón como un viejo amigo al que tenía años sin ver, quizás desde la primaria, pero que pertenece a esos recuerdos que una revive cuando está hasta la madre de vodka y está escuchando música pop alegre.


Aarón es alguien muy consciente y al mismo tiempo, irreverente como la puta madre. Puede estar hablándote de una borrachera que se puso con sus amigos en la que casi pierde la vista y luego puede discutir contigo la existencia de Diosita.
Tiene miles de temas de conversación, escucha y contesta. No sólo es otro chavo hetero supérfluo, vanidoso y narcisista. O sea, estoy segura que lo es, pero él tiene más lados. Como si fuera un caleidoscopio.
Pequeñas piezas de él, todas de enorme diversidad de colores, se agrupan y forman un todo que no tiene pinches sentido pero que es muy hermoso. Y cada que lo miras desde otro ángulo cambia y gira y gira y gira y sigue cambiando pero su belleza ahí está, no la pierde.


La noche del segundo día, luego de haber visitado Chapultepec y haber comido en el centro, nos quedamos en el comedor de su casa. Mientras Fany y yo cenábamos él nos estaba enseñando a hacer un cigarro de weed desde la base principal, que es la hierba, molerla y todo ese desmadre. Mientras nos mostraba, nos iba contando de cuando se drogó en el departamento de alguien que tenía animales exóticos.

-Es un personaje de una novela que nadie ha escrito aún- pensé esa noche cuando me preparaba a dormir en una de las sudaderas que fue muy amable de prestarme porque LA CIUDAD DE MÉXICO ES FRÍA COMO EL CORAZÓN DE MI EX, EN NETA, -Tengo que escribir sobre él. Tengo que escribir una novela sobre él. El mundo tiene que saber de la existencia de alguien como él. Tengo que hacerlo. Tengo que retratarlo yo-


El resto del viaje, cada vez que lo miraba, era morderme los labios y preguntarme por dentro cómo podría empezar a describirlo, qué podría decir acerca de él que lo reflejara en su versión más realista, cómo podría poner en palabras su existencia, cómo podría hacer para que los demás me creyeran de que alguien con sus características es real y no es un invento mío.

Todavía me cuestiono eso. Estoy segura que lo que acabo de escribir no llega ni a un 10% de lo que pasó, de lo que él es, de lo que él fue y de lo que él será.
Nunca me había costado tanto trabajo referirme a alguien con meras palabras.


¿Qué es esta magia que siento? Lo miré a los ojos y vi mucha luz.

Pero cuando tuve la oportunidad de pensar un rato durante la última noche de mi estancia, lo pude descifrar.
No era luz.

Era mi reflejo.


Yo creo que las personas somos como espejos y andamos por la calle con eso por fuera, reflejando todo aquello con lo que nos atravesamos. Aarón me recuerda mucho a mí, pero en versión amplificada y extrovertida:
Es destructivo, es ansioso, es narcisista, es encantador, es atento y es burlón. Es natural, es cínico, es directo, tiene frío y fuma hierba. Le gusta mucho el cine, y tiene unicornios en su cuarto. Es vanidoso, es divertido, es espontáneo y es leal.
Es hetero, tiene pene y el cabello azul.
Usa ropa oscura, anda con sus audífonos siempre, y tiene las dos orejas perforadas. Destaca entre la población, toma cerveza y se maneja en un mundo banal y al mismo tiempo artístico. Sabe llegar, no sé si sepa cómo irse.

Pero ojalá nunca se vaya.




Gracias por recibirme en tu casa y por prestarme tu cama, Aarón <3 Ojalá algún día te haga justicia con mis palabras.








Mi viaje a la CDMX fue tan extenso -nocierto, fue como de tres días, lol- que pasó tanto, aprendí tanto y sentí tanto que no podría ponerlo todo en una misma entrada de mi blog, así que decidí romperlo en cuatro partes.

Esta es la primera parte, podríamos decir, de una serie de cartas de amor que estaré escribiendo para quiénes me acompañaron en este paseo que cambió mi vida y para el mundo que quiera saber qué pasó conmigo allá y por qué ya no soy la misma.

Así que en el transcurso de la siguiente semana estaré escribiendo las tres restantes.

Gracias por leerme, gracias por estar aquí. 

XOXOXO


Pd: Quejas, sugerencias y observaciones, me las pueden dejar en mi bandeja de spam del correo. Ño me interesa leerlNOCIERTO, son bienvenidas n_n





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